30.12.11

En un ejemplar de "Les chants de Maldoror"


Debajo de mi vestido ardía un campo con flores alegres
como los niños de la medianoche.
El soplo de la luz en mis huesos cuando escribo la palabra
tierra. Palabra o presencia seguida por animales perfumados;
triste como sí misma, hermosa como el suicidio; y que me
sobrevuela como una dinastía de soles.




***
Imágenes: fotografía del Conde de Lautréamont y carátula de la edición de Los cantos de Maldoror de la edición de 1890 por León Genonceaux.
Texto: poema del Infierno musical (1971).

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